Sueños perfectos. Deseamos que llegue el día en el que se cumplan y cuando llegan no puedes dejar de darle al boton de rebobinar para ver una y otra vez ese beso que cautivó tu mirada, con el simple recuerdo de aquel amor de verano que saca tu mejor sonrisa cada vez que enciendes el televisor. Aunque en blanco y negro no se puedan distinguir los colores, memorabas cada orquilla en tu pelo, que bajo la lluvia se enrredaron en el suyo, incluso podías rememorar el sonido del canto lejano de aquellos pájaros silvestres.
Cuando se marchó, el unico alivio que quedó era escribir a todas horas, aunque siempre tuve un problema al escribir mis historias, ya que nunca conseguí terminar ninguna, pues, me faltaba ese " y él, se dió la vuelta y corrio hacia sus brazos para no soltarlos nunca".