Vistas de página en total

domingo, 29 de enero de 2012

Ponerte los cascos, tu canción favorita a dos mil por hora sin miedo a quedarte sorda .Solo te preocupa que pueda terminar algún día. Te tumbas en la cama y diferencias cada palabra archivándola en tu mente como una frase para recordar , se te caen alguna que otra lágrima , pero ahí está, el estribillo, ese que te hace levantar de la cama de un salto, ir al baño, coger un peine y ponerte a gritar como una loca. Como si el mundo exterior te diese igual, como protestando por todas esas cosas que tanto odias; que cada vez que levantas los pies pisas con más fuerza. Pero todo tiene final y la canción se acaba ... y lo único que deseas en ese momento es darle a retroceso y volver a empezar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias todos : )