Con un extraño temor a despertarme, abrir los ojos después de una noche loca, sonreír al recordarlo todo. Girar la cabeza hacia el extremo contrario de la cama y pensar que "tu noche loca" no fue anoche, que esos recuerdos, han envejecido a lo largo del tiempo, que cada minuto perdido... fue tiempo muerto.
Ahora entiendo esa frase que nunca creí cierta; " Nada dura para siempre"... Y es que yo no quería que me prometieses un siempre, ni un hasta que la muerte nos separe; simplemente un "te quiero", un "conmigo serás feliz mi niña ", un "mientras dure no habrá otra" ; pero el ser humano tiene una extraña tendencia a dejar las promesas aparte, ya que , un "te quiero" (se siente), un "conmigo serás feliz mi niña" (se cumple), un "mientras dure no habrà otra" (...) para que engañarse , siempre hay otra.