Vistas de página en total

sábado, 2 de marzo de 2013

Recité la frase más bonita que me permitió mi absurdo vocabulario. Una frase sin pies ni cabeza, tan estúpuda como aquella incómoda situación. Supuse que encontraría alguna forma para decirte que lo sabía todo, que te vi con ella, abrazados, tal y como nosotros solíamos hacerlo aquellas tardes de jueves. Me paro en este renglon para decirte lo que nunca pude, lo más doloroso de esta trágica novela romántica. Solía pensar que siempre hay tiempo para cumplir los sueños de cada persona, pero somos tantos ilusos en este mundo materialista que nos encerramos en -aparentemente bonitos e inofensivos- sueños comunes, sueños que en la mayoría de los casos no son lo que queremos, ese fue mi problema; yo no quería ser sirvienta del mismo cabrón toda la vida, no quería perdonar los cuernos y seguir adelante, como si nunca hubiese sucedido nada. No. Quiero vivir en algún lugar lejos de ti, respirar por mi misma, sin depender de nadie, viajar, leer libros de un amor inexistente, beber todo tipo de té, tener mis propias reglas; reglas que dictaminen ordenes de alejamiento para todos los hombres como tu contra todas las inocentes señoritas del mundo que ven mis ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias todos : )